martes, 12 de abril de 2011

Multiculturalismo


¿Qué es lo que no hace distintos a los demás? ¿Cuáles son las características que nos diferencian de unos individuos con respecto a otros? ¿Todos pensamos y actuamos de la misma forma? ¿Tenemos los mismos valores y creencias? ¿Pertenecemos todos a una misma estratificación socio-económica?

Muchas de estas interrogantes viene a nuestra mente cuando pensamos en la sociedad global y un término que se aúna a estos pensamientos es el concepto de cultura, pero antes de comenzar a desarrollar este tema será preciso esclarecer la definición de dicho término, el cual nos dice que cultura es es el conjunto de todas las formas, los modelos o los patrones, explícitos o implícitos, a través de los cuales una sociedad regula el comportamiento de las personas que la conforman.

Entendiendo por cultura a un elemento integral del ser humano, debido a lo complejidad de su naturaleza es imposible separar al hombre de la cultura. Para ello es imprescindible reconocer que la cultura no es una esencia sino un proceso cambiante. Esto quiere decir que este término no se debe entender como "un paquete de rasgos que diferencian a una sociedad de otra", sino más bien como "el conjunto de procesos sociales de producción, circulación y consumo de la significación de la vida social

Además de subrayar la naturaleza cambiante de la cultura es necesario dar un paso más que nos permita dar cuenta de los procesos de interacción y confrontación que caracterizan a la interculturalidad. En este caso, se trata de reflexionar sobre la propuesta de Arjun Appadurai a favor de considerar a la cultura no como un sustantivo sino como un adjetivo. Dicho de otro modo, al utilizar el término cultural podemos hacer referencia a una dimensión que da cuenta de las diferencias, los contrastes y las comparaciones entre culturas y no en algo que porta en sí cada grupo.

Dicho lo anterior puntualizaré en la importancia de las diversas culturas que existen en la actualidad y que es necesario su coexistencia, de igual manera el interculturalismo busca la relación pacifica y el trato igualitario entre ellas, logrando un diálogo e intercambio cultural; marcando así una diferencia con el denominado “multiculturalismo”, el cual alude meramente a la existencia de diversas culturas que se relacionan entres sí.

Conceptualmente, la interculturalidad niega la existencia de anomalías a relaciones de poder, esta asume que la diversidad es una riqueza, de tal forma que la diferencia se entiende no sólo como algo necesario, sino como algo lleno de virtud.

Es la base que permite la comprensión y el respeto entre las culturas, aceptando y reconociendo al otro como diferente. En una utopía la realidad de la interculturalidad, el sujeto, como ser individual o social, se puede relacionar con los demás con sus propias diferencias permitiendo así un crecimiento que se da de ambas partes. La interculturalidad es pues una fin que debemos alcanzar, es una utopía creadora, es un camino necesario de las sociedades auténticamente democráticas. Para ser verdaderamente democrática, la sociedad multicultural, como lo es considerada nuestra sociedad mexicana de manera constitucional, debe dirigirse gradualmente hacia la interculturalidad.

Podemos encontrar autores que comprenden al interculturalismo en dos existencias una como débil, la cual acepta que las culturas por ellas mismas son dignas de respeto y podría entenderse también que son soberanas pero no alcanzan la igualdad, mientras que la fuerte permite la igualdad del intercambio cultural.

Existen otros autores que vinculan el termino interculturalismo con el de globalización ya que este proceso surge del intercambio y la generalización de de relaciones surgiendo como consecuencia la existencia e interacción de diversas culturas.

La diversidad de culturas se demuestra no por la mera existencia de ellas sino por el hecho de la existencia de la pluralidad la cual califica como un valor a la diversidad y se resiste al control de esta.

Hoy en día podemos decir que se requieren de ciertos aspectos que incluyan a las diversas culturas en un ámbito de igualdad en el que se pueda llegar al diálogo y a la pacífica convivencia ente ellas.

aquí se ha hablado de la interculturalidad como una realidad, como un aspecto fundamental del mundo en el que vivimos. Existe, sin embargo, otra dimensión que es importante abordar. Se trata de la interculturalidad como un proyecto en construcción. Esta perspectiva se vincula con las políticas que se han puesto en marcha para fortalecer la diversidad cultural.

En este sentido, el principal esfuerzo se ha realizado en el campo de la educación desde el cual se ha planteado la necesidad de lograr que las culturas que coexisten en un país se conozcan y valoren. Para ello, distintos programas bajo el nombre de educación intercultural y bilingüe se han puesto en marcha.

En México, por ejemplo, la Coordinación General de Educación Intercultural y Bilingüe (CGEIB) es una instancia creada para garantizar la prestación de servicios educativos que reconozcan la diversidad étnica, lingüística y cultural que existe en el país. El propósito de sus programas es que todos los alumnos conozcan los aportes de los 62 pueblos indígenas que viven en México, que descubran la riqueza cultural y que, como consecuencia, aprendan a valorarla. De este modo me gustaría hacer énfasis en un aspecto que me llamó la atención “el valor de la inclusión” si bien este forma parte del fundamento ético del interculturalismo el viene siendo su contendido o sustancia; para ello es a bien incluir y tener presente el punto medio que sin más complejidades entendamos a este último como un equilibrio o un estándar el cual sugiere una triple formulación de derechos


Para aterrizar más este concepto me gustaría ejemplificarlo de la siguiente manera:


Hablando de lo gente indígena que vive en la ciudad podríamos decir que necesitamos primeramente de el criterio de proporción en el disfrute del bienestar entre el nivel de la sociedad de origen y el nivel de la sociedad recepcionaria. Esto indica que debe existir una aceptación por parte de la sociedad que cobijará a dichos individuos y no presentar un rechazo ante ellos buscando así el bienestar de la colectividad incluyendo a los indígenas aunque este implique reducir el nivel de bienestar de la sociedad recepcionaria para poder alcanzar el punto medio.

En segundo lugar considero de suma importancia el respeto hacia su lengua nativa, pues es parte de su identidad y hablando de una nación de nuestra identidad como pueblo mexicano, es por ello que deben existir medios que permitan la comunicación y la preservación de las lenguas indígenas

Como tercer aspecto me gustaría reconocer la existencia de la tolerancia y la solidaridad como aspectos mínimos para permitir la plena convivencia entre culturas, respetando de esta manera los derechos fundamentales de los individuos haciendo valer sus garantías individuales.

Entrando en materia nacional me gustaría exponer como es que funciona el interculturalismo en nuestro país


México es un país multicultural. La nación mexicana incluye una gran variedad de pueblos, cada uno de los cuales merecen respeto y es digno de crecer y florecer. Pero hasta ahora hemos sido incapaces de establecer las estructuras y las instituciones políticas, económicas y jurídicas que garanticen el ejercicio del derecho de los diversos pueblos de nuestro país a sobrevivir y a desarrollarse en la forma en que autónomamente decidan sus miembros, a elegir cómo mantener o cómo cambiar sus formas de vida, a participar efectivamente en la decisión sobre el uso y destino de los recursos materiales de los territorios donde viven.